La Homeopatía es un enfoque terapéutico natural que utiliza sustancias vegetales, animales y minerales preparadas de una forma especial y propia desarrollada por su creador el Dr. Christian S. Hahnemann.
Estas sustancias, diluidas y dinamizadas según procedimiento propio de la homeopatía, estimulan al organismo para reaccionar frente a la enfermedad (terapéutica por estímulo) y no tiene efectos secundarios nocivos, como ocurre a menudo con otros fármacos químicos en dosis elevadas, que en ocasiones generan nuevos trastornos.
Los medicamentos de la medicina convencional producen un efecto supresivo rápido de los síntomas. Su acción, más que enérgica, resulta extraña a las leyes biológicas naturales, oponiéndose desde un principio a los maravillosos mecanismos de defensa con que la naturaleza ha dotado al hombre y a los otros seres vivientes. Así, una enfermedad aguda, bloqueada en su curso natural de curación, puede convertirse muchas veces en subaguda y más tarde en crónica, cuando no provocar otras enfermedades, llamadas «iatrogénicas», o sea, provocadas por médicos o por medicamentos en un tratamiento anterior.
La Homeopatía no suprime los síntomas de la enfermedad, sino que trata las causas profundas de la perturbación del organismo. Tiene en cuenta las causas lejanas y próximas de la enfermedad, estudia el «terreno» sobre el que se ha desarrollado, es decir, estudia la constitución del enfermo, su temperamento, su predisposición a enfermar e, incluso, el propio ambiente ecológico en el que vive y trabaja (Obstáculos a a curación).